Este uruguayo, más conocido como "Patota" por sus compatriotas, a su llegada a Lima fue rebautizado como "Cacho", por su dizque parecido con el maquillador de moda. Lo cierto es que de "delicado" no tenía nada, ya que la más baja la ponía en el cuello.
Tras la partida de Nelson Olveira, el cuadro blanquiazul necesitaba de otro central que imponga respeto, osea que patee duro. Es así como se da la llegada de Morquio para el Clausura 2003. Su debut se dio el 10 de agosto nada menos que ante Universitario, siendo lo más saltante que estrelló um cabezazo en el palo. De ahí en adelante, nada. Fueron puros palos para él e hizo extrañar más que nunca al "Canario" Olveira.
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