El 02 de octubre del 96 se realizó un partido amistoso entre la Selección Peruana que era dirigida por Juan Carlos Oblitas, y un combinado de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional, integrado por figuras locales y extranjeras que militaban en el campeonato local, reforzados además por César Cueto. En un segundo plano quedó el enojo del "Ciego" Oblitas por las pifias del público hacia sus dirigidos, el resultado del partido (igualado a uno), etc; todo eso se vio opacado por la presencia del "Poeta de la Zurda" y especialmente por una jugada que marcó el encuentro y pagó el boleto de los asistentes. Transcurría la primera mitad y Cueto recibió el balón, Alvaro Barco salió a presionarlo y el zurdo hizo una genialidad propia de él: le pasó limpiamente el esférico entre las piernas del sorprendido zaguero y arrancó un sonoro "oleeeeeee" de todos los asistentes. Ya el público podía sentirse satisfecho, los aplausos se los robó el genial mediocampista y además la jugada dio lugar a una nueva "chapa" para el actual gerente de la Universidad San Martín: "Sotana".
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