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jueves, 5 de abril de 2012

D10S Y EL DIABLO

El encuentro entre el D10S y el "Diablo" Drago
Jaime "El Diablo" Drago, otrora jugador del Deportivo Municipal y Universitario, tuvo la suerte de ser alguna vez anfitrión nada menos que de Diego Armando Maradona. En 1979, Drago jugó por la Selección Peruana en un Sudamericano Juvenil disputado en Montevideo y ahí se enfrentó a la Selección Argentina, que meses después saldría campeona mundial juvenil en Tokyo, y que contaba en sus filas Diego Maradona.
La sorpresa para Drago vino un par de años después, cuando Boca Juniors llegó a Lima para disputar un amistoso ante la "U". Maradona mencionó que las figuras que más le atraían del fútbol peruano eran César Cueto, Teófilo Cubillas y Héctor Chumpitaz, pero entre las jóvenes promesas recordaba mucho el buen juego del rubio volante peruano al que había enfrentado un par de años antes.
Gracias a Drago, Diego conoció la noche limeña
Gracias al diario "Ultima Hora", el 18 de diciembre del '81 se juntaron ambos personajes. "Para mí era un elogio incalculable que Maradona, en ese año en la plenitud de su juego y siendo el monstruo que era, haya tenido esas palabras hacia mi persona. Yo con las justas lo enfrenté dos veces. La primera vez fue en Montevideo y él solito hizo lo que quiso, creo quwe nos metió como cuatro goles...". Luego vino el relato de su encuentro con el Diez. "Ese día nos encontramos en el Sheraton e hicimos una amistad deportiva. Hablábamos de todo, junto a su padre, que lo acompañaba mucho, y quedamos que por la noche lo recogería para llevarlo a conocer Lima ". La noche junto al astroargentino es una de las cosas que Drago nunca olvidará. "La capital  a inicios de los '80 era totalmente diferente a hoy. Para un joven sólo había cuatro lugares para ir a tomar o bailar, así que llevé a Diego a un pub de Camino Real. Por si acaso, Maradona en ese tiempo no tenía malas costmbres, al menos yo lo noté tranquilo. Cenamos por ahí, tomamos unos refrescos, caminamos un poco junto a mi hermano Miguel y sweguimos nuestra ruta". La noche se puso más interesante en el pub: "Recuerdo quwe en la discoteca bailaba con los brazos abiertos, gritaba, se mataba de la risa, seguramente porque se sentí libre de la prensa que en su país ya lo perseguía. De eso también hablamos, me comentó que ya estaba harto que la prensa se metiera en su vida privada. En la discoteca la mayoría no reconoció a Maradona, pero algunos sí por la barbita que usaba. Diego bebió poco, pero sí se divertía. En esa época a als discotecas se llegaba a las 8 de la noche y a las 2 de la mañana ya te ibas a dormir, yo hice eso, pero rato antes a Maradona lo perdí de vista, estaba bailando con dosrubias espectaculares y después no sé que fue de su vida. Fue la última vez que lo vi".

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